El pasado 19 de diciembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los últimos datos de la encuesta de empleo de las personas con discapacidad correspondientes al año 2017, en los que se observan algunas diferencias respecto a las cifras de 2016.
Atendiendo a las tasas de actividad, empleo y paro de las personas con discapacidad, preocupa su escasa relevancia en el mercado laboral. En 2017, su tasa de actividad descendió 2 décimas respecto a 2016, hasta situarse en un 35%. Por otro lado, la tasa de empleo se encuentra en un 25.9%, un 0.8% más que en 2016. La tasa de paro, al igual que lo sucedido en el caso de las personas sin discapacidad, se redujo hasta alcanzar un 26.2%. Además, también se encuentran semejanzas entre el mercado laboral de las personas con y sin discapacidad en la tasa de paro de las mujeres: en ambas es superior a la de los hombres, un 26.7% frente a un 25.8%.
En lo referente a las tasas de actividad según el tipo de discapacidad, se puede ver que, aunque la tasa de actividad de las personas con problemas de salud mental es la que más ha aumentado respecto a 2016 (3.4%), sigue siendo la más baja entre los diferentes tipos de discapacidad (31.1%), al igual que lo era en el 2016.
Siguiendo con las características laborales de las personas empleadas con discapacidad, la gran mayoría (89.1%) eran asalariadas, tenían un contrato indefinido (74.4%) a jornada completa (81.8%), y estaban ocupadas en el sector servicios (82.7%).
Por último, en lo referente a la tasa de actividad de las personas con discapacidad por comunidades autónomas, se observa como los mayores porcentajes se dieron en Ceuta y Melilla (48.9%) y Castilla-La Mancha (45.9%), en contraposición a Galicia (28.2%) y el Principado de Asturias (29.8%).